Calle Rioja

Francisco Correal

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España cambió la hora 
y Portugal el tiempo

España cambió la hora 
y Portugal el tiempo

España cambió la hora 
y Portugal el tiempo

El 14 de Abril de 1974 fue Domingo de Resurrección y el 25 de abril Jueves de claveles. Cincuenta años después de la Revolución portuguesa, la más pacífica de la historia, la única revuelta ecológica y musical, también cae en jueves el 25 de abril. Mañana son las bodas de oro. Era la segunda edición de la Feria de Abril después del traslado del Prado a Los Remedios. Había abandonado su histórica ubicación junto al consulado de Portugal de la Exposición de 1929, bien escoltado por la estatua del Cid, que todos los días cruza la avenida que lleva su nombre para dar sus clases de portugués. Los paisanos del Cid saben mucho del país vecino porque en 1494 España y Portugal suscribieron el tratado de Tordesillas para repartirse los océanos.

La víspera de la revolución de los claveles torearon en la Maestranza Curro Romero, Paquirri y Diego Puerta. Curro y Paquirri repitieron el 26 de abril. El día de la revolución portuguesa el paseíllo lo hicieron Diego Puerta, Paco Camino y Currillo, nombre artístico de Francisco Núñez Román, gaditano de Medina-Sidonia que tenía 19 años y cortó una oreja. El año de la revolución de los claveles lo único que cambió en España fue la hora. El 5 de abril de 1974, el Gobierno presidido por Carlos Arias Navarro decidió que a las 12 de la noche serían las 11. Era la respuesta a la crisis del petróleo de 1973. El 20 de diciembre de ese año se produjo el atentado mortal contra Carrero Blanco en Madrid. La revolución de los claveles tuvo un profundo impacto en el país que completaba la Península Ibérica que todavía se enseñaba en las lecciones de Geografía.

Para empezar, echó por tierra el raquítico e hipócrita aperturismo del llamado espíritu del 12 de febrero patrocinado por el reaccionario Carlos Arias Navarro, que sucedió a Carrero Blanco en la Presidencia del Gobierno. Las líneas de su apertura se vieron bien pronto, cuando el 2 de marzo el Régimen ejecutó al anarquista catalán Salvador Puig Antich, de 25 años. Una biografía de éste escrita por Manuel Calderón le ha valido el premio Comillas de Biografías. Otro efecto inmediato fue el amago de democratización de un sector muy minoritario de las Fuerzas Armadas españolas, en torno a la UMD, siglas de la Unión Militar Democrática. Tiempos de militares demócratas y curas obreros, uno de aquellos oficiales, Fernando Reinlein, también era periodista y llegó a Sevilla como director de Diario 16 Andalucía.

La película El golpe, de George Roy Hill, protagonizada por Paul Newman y Robert Redford, ganó el Oscar de Hollywood ese mismo mes de abril. Un grupo de oficiales portugueses dieron un golpe pacífico, sin derramamiento de sangre. Entraron en Lisboa, ocuparon las emisoras de radio y una canción de José Afonso, Grândola, Vila Morena, se convirtió en la contraseña, la particular Marsellesa de esta revolución de claveles en las solapas de los militares y en las bocanas de sus fusiles. La Cuadra de Salvador Távora se desplazó a Portugal para conocer sobre el terreno las dimensiones de esta revolución producida cuatro meses después del atentado contra Carrero y año y medio antes de la muerte de Franco.

Los que hasta entonces viajaban a Perpiñán para ver el cine prohibido, empezaron a desplazarse hasta los cines de Lisboa y Oporto a ver La naranja mecánica, de Stanley Kubrick, que en España no se estrenará hasta días después de la muerte de Franco. España cambió la hora y Portugal cambiaba el tiempo. La revolución de los claveles tuvo efectos en la prensa sevillana. El Correo de Andalucía publicó que un grupo de marines de la base norteamericana de Rota tenían previsto desembarcar en Portugal. El bulo fue la coartada para el cese y posterior encarcelamiento de Federico Villagrán, director del periódico fundado en 1899 por el cardenal Marcelo Spínola. El nombre del prelado coincide con el del general Marcelo Caetano, derrocado por la revolución, y el apellido con el de Antonio de Spínola, puesto al frente del Ejecutivo portugués tras el pronunciamiento.

Betis y Sevilla estaban en Segunda División. El domingo anterior al Jueves de los Claveles, el Betis ganó 2-3 al Sabadell en la Nova Creu Alta y el Sevilla venció en Nervión 3-0 al Baracaldo. El domingo posterior, antesala de la Feria de Abril, el Betis goleó 4-0 al Deportivo de la Coruña y el Sevilla perdió 1-0 en El Arcángel con el Córdoba. Esa temporada 73-74 que incluyó el asesinato de Carrero y la revolución de los claveles, el Betis subió a Primera en compañía de Hércules y Salamanca. El Sevilla tuvo que esperar un año más.

Hace cincuenta años el Bayern Múnich ganó la primera de las tres Copas de Europas consecutivas. Medio siglo de claveles y de la rosa marchita del Atlético de Madrid, que tuvo muy cerca la gloria con el gol de Luis Aragonés a Sepp Maier y lo neutralizó el misil de un alemán de apellido impronunciable. Alemania también ganó su Mundial a la Holanda de Cruyff. Fue el único Mundial que jugó el holandés en el mismo año de la manita en el Bernabéu cinco días después de la pantomima del espíritu del 12 de febrero. Ese abril de 1974 muere Georges Pompidou, el Museo de Arte Moderno de Nueva York se niega a devolver a España el Guernica de Picasso y Richard Nixon entrega las cintas del caso Watergate que acabaron con su presidencia de los Estados Unidos.

Lo sorprendente del éxito de la revolución de los claveles es que ocurrió en un país que también había vivido bajo una dictadura, la de Antonio de Oliveira Salazar, el único socio preferente de Franco en política internacional; y donde además el Partido Comunista tuvo al frente a Álvaro Cunhal, un dirigente que nunca creyó en el Eurocomunismo de Berlinguer o Carrillo y miró con prejuicios la perestroika que liquidó la Unión Soviética, de la que regresó del exilio el 30 de abril de 1974.

El año de la revolución de los claveles tiene lugar en octubre el congreso de Suresnes que elige a Felipe González nuevo secretario general del PSOE. El octubre de la histórica foto de la tortilla en las marismas de La Puebla del Río. Mes y año en el que nace Susana Díaz, única mujer que ha presidido la Junta de Andalucía.

La revolución de los claveles es indisociable de la Transición española. Dos países que fueron uno hasta la batalla de Aljubarrota. Felipe II fue desde El Escorial rey de España y también de Portugal. Su padre, Carlos V, se casó en Sevilla con su prima Isabel. Ciudad a la que llegó el navegante Fernando de Magallanes, que había visto rechazado por el rey Juan II de Portugal su proyecto de viajar hasta las islas de las Especias. Empresa que finalmente patrocinó Carlos V y que constituyó una especie de guerra fría entre españoles y portugueses que estuvo a punto de frustrar la proeza a su regreso en cabo Verde. Magallanes es con Viriato, Saramago, andaluz consorte, premio Nobel en 1998, Cristiano Ronaldo y Mourinho algunos de los portugueses más populares en España. El Bayern Múnich que ganó la Copa de Europa el año de la revolución de los claveles, perdió dos trofeos contra portugueses: en 1987 frente al Oporto; el 2010 ante el Inter de Milán entrenado por Mourinho, que en semifinales eliminó al Barcelona y propició su fichaje por el Madrid.

“Usted, Reis, tiene por destino el andar siempre huyendo de alguna revolución” (José Saramago, El año de la muerte de Ricardo Reis).

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