El Íbex 35 perdió la cota de 11.000 puntos, lastrado por el sector bancario, que tiene un gran peso en el selectivo español, en una sesión que estuvo marcada por la publicación de resultados de Banco Santander y Caixabank, y la propuesta de fusión de BBVA y Sabadell, que crearía una entidad con casi un billón de € en activos y una capitalización bursátil de en torno a 70.000 millones de euros€.

En Europa, el sector automotriz registró acusadas caídas tras los decepcionantes resultados de Volkswagen en el primer trimestre.

En el plano macroeconómico, las principales economías de la Eurozona mostraron una mayor fortaleza a la esperada. España volvió a registrar en el primer trimestre las mayores tasas de crecimiento (+0,7% trimestral), contrastando con Alemania y Francia, cuyo PIB, a pesar de superar las previsiones, apenas repuntó un 0,2%.

El dato de crecimiento vino acompañado de la publicación del IPC preliminar de abril. Si bien el índice general se mantuvo en un 2,4% interanual, el IPC subyacente superó las expectativas al repuntar un 2,7%. Esta resistencia de los precios a estabilizarse en torno al objetivo del 2,0% y el dinamismo de la actividad económica rebajó ligeramente las expectativas de recortes de tipos de interés del BCE, lastrando las cotizaciones de aquellos valores más sensibles a unas condiciones de financiación restrictivas. Asimismo, contribuyó al repunte de las TIRes de la deuda pública europea.