Federación Española de Tenis

Escañuela asegura al tribunal que no se apropió de "nada" y que el Gobierno lo puso como "modelo de transparencia"

José Luis Escañuela (a la derecha) entra en la Audiencia de Sevilla el primer día del juicio.

José Luis Escañuela (a la derecha) entra en la Audiencia de Sevilla el primer día del juicio. / Juan Carlos Muñoz

José Luis Escañuela, presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET) entre 2009 y 2015, se ha defendido este miércoles con contundencia ante la Sección Cuarta de la Audiencia de Sevilla, que lo está juzgando por los presuntos delitos de administración desleal y apropiación indebida en la gestión de la Fundación del Tenis Español. Según la Fiscalía, que pide para él una condena de cinco años de cárcel, con cargo a los fondos de ese organismo sufragó sus compromisos como Rey Gaspar en la Cabalgata de Reyes Magos de Sevilla en 2013, abonó un viaje de su esposa al Abierto de Australia en 2012 o invitó a dos empresarios al torneo de Roland Garros de 2014. El encausado, sin embargo, ha negado todos los cargos, ha recordado que ha ganado hasta cinco procedimientos judiciales en la Audiencia Nacional, ha asegurado que no se apropió "de nada" y ha recordado que el propio Gobierno, a través del Consejo Superior de Deportes (CSD), lo puso como "modelo de transparencia".

"Fui el primer andaluz que era presidente de la RFET y queríamos tener presencia en el ámbito social, ayudar a los desfavorecidos", ha respondido cuando la fiscal le he preguntado por qué se constituyó la Fundación. Como patrono que era, ha proseguido, no disfrutaba de ninguna remuneración. En esa misma línea ha apuntado que el presupuesto del organismo se nutría básicamente de las aportaciones de la propia Federación, de "subvenciones de ayuntamientos" y de los "muchísimos patrocinadores" que apoyaban al tenis español en una coyuntura especialmente gloriosa, con Rafael Nadal al frente.

En cuanto a las aportaciones federativas, porque una de ellas es objeto de sospecha para la Fiscalía, Escañuela ha recordado que se produjo en 2015, cuando él permaneció de baja por paternidad primero y por inhabilitación después. "Yo no estaba de presidente", ha apostillado.

A continuación ha empezado a ser cuestionado por los distintos puntos de los que es acusado. Para empezar, los 37.740 euros fruto de un convenio firmado entre el Ateneo de Sevilla y la Fundación y que, de acuerdo con la acusación, él utilizó para pagar parte de lo que debía tras ser elegido como Rey Gaspar en la Cabalgata de Reyes de Sevilla de 2013. La Fiscalía también habla de 12.716 euros que supuestamente destinó a la compra de caramelos para esa cabalgata. Escañuela lo ha negado. "Si no recuerdo mal, el Patronato [de la Fundación] se reunió y se facultó al presidente [él mismo] para la suscripción de ese convenio", ha indicado.

Acto seguido ha explicado que ese acuerdo se firmó para promocionar el tenis español y ha enumerado distintos ejemplos que lo corroboran, como la organización de un torneo por parte de la Federación Andaluza (FAT) en el que jugaron "personas desfavorecidas del Polígono Sur que después salieron como pajes en la Cabalgata". También ha citado otros torneos similares en Cataluña y en Valencia.

El siguiente asunto ha sido el de los 9.554 euros que presuntamente usó para viajar junto a su esposa al Abierto de Australia de 2012. "Hablamos de un momento en el que Nadal ganaba casi todo y yo me desplazaba casi todas las semanas, prácticamente no paraba en casa. Fuimos a Australia invitados por la organización del torneo y yo viajé representando al tenis español", ha contestado. "La organización invitó al presidente de la Federación y a su esposa. Después hicimos una extensión del viaje, fuimos a Sidney y abonamos todos los gastos de esa parte privada del desplazamiento", ha añadido. Su ya exmujer, que participa en la causa no como acusada sino como partícipe a título lucrativo, ha confirmado después todos esos extremos.

Otro punto de la acusación se basa en el supuesto desvío de 1.830 euros para pagar sendas estancias de cuatro días en París, con motivo del torneo de Roland Garros de 2014, al propietario del gimnasio Sato y al director de la Fundación Antares. Este último ha aclarado que él no ocupaba ese cargo sino el de director general del Club Antares, pero en todo caso ha relatado que esos días estuvo en El Rocío, como ya había atestiguado un testigo en otra sesión anterior del juicio. En cuanto al dueño del gimnasio, ha reconocido que Escañuela, como regalo por su boda, le dio dos entradas para la final del prestigioso torneo parisino, pero ha añadido que el viaje y el hotel corrieron de su cuenta y que sólo pasó una noche en la capital gala. Este justiciable ha añadido que conoció a Escañuela "por unos amigos comunes" y que le ofreció su gimnasio precisamente "para potenciarlo un poquito para que en la Cabalgata estuviese bien físicamente". El acusado, por su parte, ha alegado que los invitados que viajaban a este tipo de Grand Slams no eran elegidos por él sino por "la empresa de protocolo".

El último foco de la fiscal es una partida de 125.711,69 euros que la RFET transfirió a su Fundación y que procedían del dinero que había sobrado de un convenio con la universidad Pablo de Olavide (UPO) para la creación de un Observatorio del Tenis Español. "Lo único que hice fue firmar el convenio con el rector. El dinero se ingresó en la cuenta de la UPO, yo no recibí nada. Y la finalización del convenio la liquidó el Ministerio de Hacienda. Yo no hice un solo acto de disposición [del dinero] porque no tenía ninguna firma. Además, la universidad es una institución pública sujeta al Tribunal de Cuentas", ha recalcado.En este mismo sentido, y ya a preguntas de su abogada, Escañuela ha insistido en que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) y el propio Tribunal de Cuentas "establecieron que no hubo ninguna irregularidad" en su gestión. También ha recordado que la propia Federación "no ha exigido la devolución de nada".

"Fuimos la primera federación que se sometió a Transparencia Internacional, que es un organismo independiente en el que ni una sola federación española, ni siquiera ahora, ha conseguido entrar", ha destacado Escañuela, que en esa misma línea de defensa ha resaltado que, por iniciativa suya, incluso pidieron al Congreso de los Diputados que fiscalizara sus cuentas. "En julio de 2014, la directora general del CSD dijo que Escañuela era un modelo de transparencia", ha abundado.

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